Tenemos la capacidad de viajar al pasado e imaginar el futuro continuamente, ¿Cuántas veces a lo largo del día pensamos en  algo que nos pasó o en algo que creemos que nos va a pasar?

Hazte estas preguntas: ¿Puedo cambiar lo que ya ha pasado?, ¿puedo saber lo que va a pasar?, ¿qué consigo mientras me  dedico a ello?

Pensar mucho en el pasado nos lleva a la depresión. Elucubrar sobre el futuro nos genera estrés y ansiedad. En cambio, estar en el presente es lo único tangible. Estar presentes nos equilibra, nos permite actuar con consciencia para no repetir y aprender de hechos del pasado así como ir creando un futuro mejor para nosotros.

Nos olvidamos de la importancia del presente, del aquí, del ahora… es lo que verdaderamente importa y es en el único momento que podemos actuar.

Si te cuesta mucho puedes pararte a sentir tu respiración o utilizar herramientas del mindfulness en el día a día, como, por ejemplo, sentir el agua en tu piel en la ducha en vez de pensar en lo que tienes que hacer después o lo que has hecho durante el día. Céntrate en tus sentidos, huele, escucha, contempla, acaricia, saborea… ya verás que si empiezas a hacerlo, las cosas irán cambiando poco a poco, está en tus manos vivir plenamente.

EL AHORA ES TUYO, EL AHORA LO ES TODO… SOMOS SOLO ESTE MOMENTO ¡VÍVELO!

 

¡Compárteme!